Desde hace algún tiempo las empresas tanto públicas como privadas vienen desarrollando lo que se ha denominado Responsabilidad Social Empresarial, que no es más que devolverle a la sociedad de consumo algo de lo cual dichas empresas se estén beficiando, deben ser obras, acciones, campañas o políticas útiles para la sociedad en que se encuentre enmarcado el accionar empresarial. La radio comercial de algunas ciudades del país promueve iniciativas populares, fundaciones propias o de terceros y/o obras de infraestructura que beneficien a la comunidad. Pero más que eso, lo que la radio le debe a la comunidad y a la sociedad en general es RESPETO. Suficiente tenemos con algunos locutores groseros, grotescos y chabacanes como para que ahora gracias al movimiento autodenominado "urbano" se abuse sin contemplación de la audiencia y sin un mínimo de pudor al programar temas explícitos, groseros y a todas luces inadecuados para los oyentes infantiles, ya sean oyentes habituales o incidentales. Tal vez pueda sonar anticuado, retrógrado o como quieran, pero no es solo el lenguaje vulgar de las ejecuciones lo que me preocupa, el constante maltrato al idioma al que esta expuesta la población en formación educativa y que al ser la radio y la música medios tan poderosos e influyentes, se pueda dar al traste o tergiversar el conocimiento que las juventudes están adquiriendo, algunas veces en forma ineficiente y terminado de empeorar con la desafortunada exposición a las pésimas programaciones y espacios radiales. "Eso en cuatro no se que", las "fugas" de gas y de agua (y de inteligencia también) y los "Tenía frío y tu me abrigasteS - He caído y tu me levantasteS" claramente envian un mensaje equivocado y peligroso a una población mal encaminada a la educación por parte de Estado y de sus acudientes muy seguramente. Es todo por el momento...