jueves, 5 de diciembre de 2013

LA EPIDEMIA DE LA ENFERMEDAD RENAL

Definimos como epidemia a la aparición de una enfermedad que afecta a un número de pacientes mayor al que se esperaría, en una población conocida durante un periodo de tiempo determinado.

Aunque no es una entidad infecciosa ni transmitida por vectores, la Insuficiencia Renal es una enfermedad epidémica seria y con una preocupante presentación cada vez más seguida en su forma Crónica, la cual, la mayoría de las veces, desemboca en Enfermedad Renal Terminal.

Entre las causas de la Enfermedad Renal Terminal, surgen como grandes factores la Hipertensión y la Diabetes (en calidad de enfermedades previas o predisponentes), enfermedades estas bastante comunes en nuestro medio.

La aparición de cada vez más enfermos renales terminales es altamente preocupante, por eso me atrevo a llamarla una epidemia. En nuestra ciudad, y lo digo por conocimiento de casos, la cantidad de pacientes a los que se les instaura una terapia de reemplazo renal es realmente preocupante. La mayoría de ellos con antecedentes de muy mal manejo de sus comorbilidades preexistentes.

Los programas de protección específica de las EPS son un fracaso, tanto en las empresas del régimen contributivo como en las del régimen subsidiado. Especialmente en las Empresas Sociales del Estado en Montería, dichos programas de atención para hipertensos y diabéticos limitan el tiempo de atención en las consultas de éstos pacientes, lo cual afecta la calidad del servicio. Tampoco son proactivos, no practican lo que el sistema denomina “Demanda inducida” y si un paciente no acude a una cita, los motivos parecen no importarle al prestador. Tampoco hay un criterio claro para la escogencia del personal médico asistencial que hace el seguimiento a estos programas. No los forman. La burocracia y las cuotas políticas priman ante la experiencia y la preparación. Asimismo, la educación en salud que se le brinda a la comunidad a través de los famosos Planes de Atención Básica (PABs) es una farsa la mayoría de las veces, algunos “dueños” de esos Planes se dedican a recoger firmas para justificar mediante engaño el cumplimiento o ejecución.
La adherencia al tratamiento falla muchas veces, producto de lo antes mencionado. Adicionalmente, y lastimosamente, cuando los pacientes llegan remitidos al servicio especialista en Medicina Interna, éstos se sienten mal atendidos (así me lo han expresado personalmente muchos de ellos), relatan que no los miran a la cara ni les toman la presión, por ejemplo.
El sistema también aporta sus contradicciones, pues para el adecuado manejo de los pacientes con estas enfermedades, se hace necesario ordenar exámenes y pruebas diagnósticas que no está permitido ordenar en el Primer Nivel de Atención, de tal suerte que se pierde tiempo cuando los pacientes cumplen citas con Especialistas y llegan sin estos exámenes.

La prevalencia de Enfermedad Renal Crónica en Córdoba y Montería está por encima de 50 por cada 100.000 habitantes, esto nos ubica en el rango medio de la distribución por departamentos.
En Córdoba, la presentación de casos de Hipertensión en el régimen Contributivo y Subsidiado era de 15.945 y 10.454 respectivamente en el año 2009. Las cifras de Diabetes eran del orden de 4.041 y 1.267 en igual discriminación. Esto lejos de hablar bien del manejo del régimen subsidiado, dejó entrever que la falla radicaba en que no se estaban diagnosticando los casos o los pacientes no estaban acudiendo a los servicios, pues no había razón para cifras tan dispares.
Para el 2030 se estima que en el mundo existirán 439 millones de personas entre 20 y 79 años con Diabetes, según International Diabetes Federation, y en el caso de Hipertensión, la O.M.S. estima que se incrementará la prevalencia para el 2025 de 972 millones a 1.56 billones de personas, impactando económicamente en los países en desarrollo debido a que los cambios en la distribución de los factores de riesgo podrían conducir a una epidemia de Enfermedad Renal Crónica mundial.

Este es un problema que le corresponde enfrentar a las autoridades locales y departamentales, no puede ser que por fallar en los pocos programas de prevención que estipula el sistema, se esté impactando negativamente en la epidemiología regional en perjuicio de los pacientes y sus familias.

domingo, 24 de noviembre de 2013

EL BOOM DE LA CIRUGÍA PLÁSTICA

La sabiduría popular es implacable: “Lo barato sale caro”. Cuando se trata de procedimientos plásticos y/o estéticos no hay que escatimar en gastos y se debe elegir lo mejor dentro de un presupuesto sensato. No necesariamente lo más caro es lo mejor, ni siempre lo mejor es lo más caro, pero las características individuales de cada paciente son las que determinarán que tipo de procedimientos son los que le favorecen y a los que su fisiología mejor responderá y estas son decisiones que sólo un profesional íntegro e idóneo puede y debe tomar.

Cuando se trata de cirugías estéticas, elegir el sitio donde se va a realizar es tan importante como elegir el especialista que la va a llevar a cabo.

En nuestra querida Montería, el “boom” de la cirugía plástica no ha sido esquivo, contamos con unos excelentes cirujanos y unas excelentes instalaciones para practicar dichas cirugías, sin embargo, hay personas que no están preparadas para realizar estos procedimientos y mediante engaño “cautivan” a sus pacientes. En la página de internet de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (SCCP) www.cirugiaplastica.org.co se puede consultar quiénes son los cirujanos plásticos acreditados por esa Sociedad en nuestra ciudad. Son los doctores Sebá, Vellojín, Zakzuk, Berrocal, Cumplido, y Jesús Castillo. Adicional a los seis ya mencionados, sólo hay dos especialistas en Cirugía Plástica más en nuestra ciudad cuya vinculación a  la SCCP está en curso y por lo tanto aún no figuran en ese listado, son los doctores Juan Camilo Quintana y Alexandra Otero.

La Medicina Estética no es lo mismo que la Cirugía Plástica, ni los especialistas en Medicina Estética o Médicos Generales pueden realizar cirugías. Esto lo dejó claro la Resolución 1441 de mayo de 2013, sólo los médicos especialistas QUIRÚRGICOS podrán realizar Cirugías Estéticas. Asimismo, los centros de belleza, spas, salones de masajes, etc, NO son los sitios idóneos para realizar cirugías de ningún tipo o procedimientos invasivos de gran superficie. Los especialistas en Cirugía General tampoco son los profesionales idóneos para ejecutar procedimientos estéticos, pues no tienen la formación para resolver las posibles complicaciones de las cirugías plásticas y para todos estos procedimientos siempre se deberá contar con un Anestesiólogo con su respectivo equipo y quirófano debidamente habilitado ante la Secretaría de Salud departamental.

En Córdoba han ocurrido casos con complicaciones muy serias, producto de la práctica fraudulenta de la especialidad en Cirugía Plástica. A pesar de las denuncias legales y uno que otro reporte periodístico, los órganos de control en materia de Salud Pública no han sancionado a los responsables. 
El año pasado hubo una muerte por Imprudencia e Impericia, el “profesional” que realizó temerariamente los procedimientos no remitió a la paciente a manos calificadas y mucho menos a un servicio apto para tratar sus complicaciones, y aún así ni la famosa sanción social ha logrado evitar que ese “profesional” siga “ejerciendo”.

Hago un llamado a los colegas especialistas e instituciones certificadas y a las víctimas de estos teguas de la cirugía, para que denuncien los casos de que tengan conocimiento. También hago un llamado a las autoridades en materia de Salud para que con sanciones ejemplarizantes eviten que sigan los desenlaces desafortunados.

martes, 12 de noviembre de 2013

MALA PRÁCTICA ESTATAL

En estos agitados tiempos de manifestaciones, indignaciones y plantones en contra de la reforma al sistema de salud, se me ocurre comparar algunas causas (que son única y exclusiva responsabilidad del gobierno) con lo que se denomina mala práctica médica.
Es sabido por todos que cuando se inicia un proceso jurídico en contra de un médico o institución médica la condición humana pasa a un plano secundario y lo único que parece importar son los resultados. Independientemente de que se trate de humanos, los abogados y familiares demandantes siempre esperan que el resultado de las intervenciones sobre los enfermos sea algo benéfico, lógicamente, pero automatizado, como si la fisiología de nuestra especie fuese algo mecánico y no existieran las variables entre un individuo y otro.
Pues bien, ¿Por qué no cuestionar al Estado desde esa misma óptica?.
¿Dónde podemos encasillar la culpa de los gobiernos pasados y actual al implementar y manejar un modelo de atención en salud que nunca pudo operar tal como fue concebido?.

El Estado ha sido IMPRUDENTE. No fue capaz de prever que la operación del sistema por parte de los intermediarios que ordenó crear (las EPS), terminaría estafando y desfalcando al sistema. Aún a pesar de conocer el modus operandi de estas empresas, fue permisivo y hoy por hoy nos encontramos con que el sistema tal y como lo conocemos no es sostenible. Ha sido un Estado temerario que en su afán de componer el sistema a las carreras, y desde un punto de vista meramente económico, quiere implementar reformas que definitivamente no ayudan a buscar los objetivos de fondo, llevando a vivir la peligrosa incertidumbre que tenemos hoy.

El Estado ha sido NEGLIGENTE. Ha pesar de saber y de estar enterado de las fallas, tuvo más de 20 años de constantes y repetitivos errores que terminaron costando numerosas vidas. Por inobservancia, permitió la negación de servicios, a pesar de estar contemplados en los manuales de funcionamiento, esa fue una constante.

El Estado ha obrado con IMPERICIA. Lo común en la mayoría de los puestos administrativos que deben regir el sistema es que se nombren personas que no tienen ni el conocimiento ni la experiencia necesaria, pues la burocracia prima y hoy sólo se habla de proyectos de ley del talento humano para la parte asistencial, parece ser que para la parte administrativa pueden seguir complaciendo a los mismos politiqueros o "puesteros" de siempre.

¿El Estado ha operado con DOLO el sistema de salud? Lo dejo como pregunta. Creo que todos alguna vez hemos sido pacientes y cada quien opinará según le haya ido en esos menesteres.

La irresponsabilidad estatal es inocultable.
Cuando se trata de fallas que llevan a una presunta mala práctica médica, la comunidad y algunos medios de comunicación son implacables. Abundan los juicios a priori y nunca faltan los abogados y juristas voluntariosos para determinar las responsabilidades de los implicados.
Es una lástima que no se esté obrando de la misma manera para intentar reparar este perverso sistema o para al menos cuestionar este mediocre intento de reforma.

Lo fundamental para el sistema no deben ser las cifras ni los indicadores, aunque un sólo paciente bien atendido sea un universo de buenos indicadores, esto sólo es bien valorado si representa una disminución de costos a la operación económica. Los gobiernos le dieron  la potestad a las EPS de mirar a los pacientes como un activo, lastimosamente los tratan como si estos activos generaran sólo gastos y no consideran que deben ser objeto de inversión. No se han dado cuenta que siempre será mejor cualquier tipo de medicina preventiva. Es lógico que los administradores del sistema no lo vean así. No tienen la fibra holística que se adquiere en las facultades de medicina. Tal vez mi terquedad no me haga entender el porqué no le confiamos el manejo de un banco a un médico, pero si el manejo de un hospital a un economista. Debe ser que no poseo un sentido matemático de la vida. Es una falla para el sistema que me hayan educado para hacer sobre el paciente lo que haya que hacer, sin reparar en gastos. No todos los tratamientos son costosos, aunque para su diagnóstico se haya tenido que invertir mucho dinero en el conocimiento de quien lo diagnostica.

El origen de la obligación legal determina que desde el momento que un agente de la salud, acepta el ingreso de un paciente a un establecimiento público o privado o bien desde que comienza la atención de un paciente, nace un contrato de cumplimiento obligatorio y con dicho contrato se originan los derechos y obligaciones de las partes. El derecho del paciente a recibir la atención debida y la obligación de los profesionales de la salud a prestársela. A su vez nace el derecho de los profesionales a percibir una retribución por sus servicios y la obligación del paciente o del Hospital, o de la EPS a satisfacer dichos honorarios o retribución mensual convenida. Todos los profesionales de la salud desde Instituciones Médicas y médicos, hasta enfermeras y auxiliares que hayan participado en la atención de un paciente que resulte dañado, de acuerdo al grado de participación de dichos agentes de la salud intervinientes en el tratamiento, éstos pueden haber tenido distintos grados de responsabilidad en la efectiva producción del daño. La solidaridad en este sentido implica que todos y cada uno de los agentes intervinientes son individualmente responsables por la totalidad del daño ocasionado, siendo facultad del Juez, de acuerdo a las pruebas que se presenten en el proceso, atribuir o exceptuar a cada uno de los agentes de la salud intervinientes de un mayor o menor grado porcentual de responsabilidad en el hecho dañoso.
En ninguna parte se habla de ahorro de los gastos económicos. Además, ¿porqué no incluir en esta definición al Estado?.

domingo, 3 de noviembre de 2013

LA FORMA DE LA REFORMA

Se dice que todo texto, desde una simple frase hasta un libro o un tratado, llevan intrínsecos el fondo y la forma. Pues bien, por estos días es bastante comentada la famosa “reforma a la salud”, sus pocos pro y sus muchos contra, con ministro y Estado a favor, con gremios científicos y unos cuantos senadores rechazándola.
El fondo parece ser el bienestar biológico, sicológico, social y sexual de los colombianos, pero la forma no parece buscar ese bienestar. Una definición de reforma reza: “cambiar algo para innovar o mejorarlo”, ciertamente no se está mejorando nada. Hay innovación sin duda, cambiar el nombre a los verdugos del sistema es algo innovador, lastimosamente no es nada que lo mejore.

El comportamiento desfalcador y estafador de las Entidades Promotoras de Salud -EPS-, que en el futuro quieren denominar Gestoras, es muy probable que se perpetúe ya que esas mismas empresas actuales tendrían derecho a ser gestoras. Además se pretende legalizar el desfalco gracias a un juego de omisión de palabras que eliminarían el derecho a tutelar servicios y el acceso al sistema. Es una verdadera pena que a veces la acción de tutela sea la única alternativa para obtener los procedimientos, consultas o medicamentos. Son servicios que las EPS niegan a pesar de estar incluídos con pelos y señales en el manual de procedimientos que conforma el Plan Obligatorio de Salud. Hay auditores adoctrinados para no autorizar lo básico para resolver las patologías de los pacientes (disculpen mi terquedad al no llamarlos usuarios), pero bueno, es muy poco probable que un auditor, odontólogo o abogado de profesión, sepa si una cistostomía abierta es necesaria en una cirugía de corrección de enfermedades congénitas de los genitales, por ejemplo; lo más probable es que muchos de ustedes los lectores tampoco lo sepan; pero lo grave de ese hipotético caso es que esos auditores no se esmeran por estudiar y comprender los mismos manuales con los que trabajan.

Se necesita una reforma, si. Pero una reforma más al estilo de La Reforma, aquella que promovía Martín Lutero en contra de la Iglesia Romana, esa Reforma se oponía a que se vendieran indulgencias divinas para curar las almas. Lutero consideraba (y cómo no) que eso era una vil y evidente estafa. De la misma manera hay que oponerse a que las empresas gestoras lleguen a manejar, como lo vienen haciendo las EPS actuales, los recursos para la atención en salud de los colombianos.

El gobierno no parece entrar en razón y sigue haciendo avanzar su proyecto de Ley Ordinaria, a pesar de las múltiples advertencias, a pesar los muchos errores (no se sabe si adrede) que su redacción contiene. Es sabido que existe conflicto de intereses, pues senadores, alcaldes, gobernadores, presidentes y expresidentes tienen vínculos directos y económicos con las diferentes empresas que operan el sistema. Espero que aquellos con conflictos se aparten y dejen elaborar una reforma justa con todos los demás actores. Creo que espero mucho.

Escribo estas líneas como voz de protesta ante los tantos y tontos desatinos del ministro de salud. Espero que las asociaciones de pacientes, y comunidad sana en general protesten. Espero que de parte del gremio médico participemos de las marchas, plantones y paro de servicios no vitales que se han anunciado estos días y se vea el gobierno obligado a recapacitar.
Espero que del Estado respondan con una Contrarreforma (para seguir en el contexto histórico-religioso), como cuando la Iglesia Católica reconocía que había que reformarse pero no sabía cómo hacerlo, luego decidio conciliar con la Reforma Protestante de Lutero y llegar a acuerdos generales.
Así confío en que el gobierno buscará llegar a acuerdos sobre lo fundamental del sistema de servicios de salud, mirará con respeto y benevolencia el proyecto de Ley Estatutaria y logrará una salida que permita a la FORMA ser coherente con el FONDO.

sábado, 26 de octubre de 2013

EL SANO CUERPO ENFERMO

La sociedad está diariamente sometida al inclemente bombardeo de la publicidad, llega casi que por los cinco sentidos, y la hay dirigida hacia casi todo lo que nos rodea, pero hace algún tiempo viene siendo especialmente enfocada a la enfermedad. Hoy por hoy existe una campaña sistemática liderada por grandes empresas farmacéuticas (tanto de medicina tradicional como alternativa) que hacen ver a todas las personas como enfermos de algo no muy bien definido pero que definitivamente necesita tratamiento, y urgente.
Bien lo relatan en "La extinción del niño sano": Ya no nacen niños sanos, ni los nuevos padres quieren creerlo así. La leche de fórmula deslactosada, antireflujo, hipoalergénica y con varios adjetivos más inunda el mercado y cada padre piensa que su hijo requiere de varias de estas para alimentarse. Ya no se admiten brotes o sarpullidos, o aumentos de la temperatura, mucho menos cólicos o molestias abdominales aunque sean leves. Para todos esos incovenientes ha aparecido una droga con su nombre y apellido. Lo que no ha aparecido es la motivación a consultar a un médico o pediatra, pues la “solución” está en la farmacia de la esquina.
A nosotros también nos ha faltado educar a esas nuevas familias, todas esas situaciones antes mencionadas y que son propias del desarrollo de lactantes e infantes no siempre necesitan medicación.

Los deberes y derechos de los pacientes han quedado reducidos a una exclamación vaga y desafortunada: “yo pago para que me atiendan!”. Hasta existe, en el imaginario colectivo, la premisa que si un médico no receta ningún medicamento es porque no es bueno o no sabe nada de medicina. Todos los casos de enfermedades correctamente diagnosticadas o condiciones bien identificadas cursan un período que va desde su aparición hasta su resolución y que los médicos denominamos Historia Natural de la Enfermedad, que no es más que la acumulación de toda la experiencia alrededor de una patología y que nos ha dado herramientas de juicio para elegir el tratamiento indicado dependiendo de la etapa en que se encuentre la historia natural de la enfermedad al momento de la consulta. Una misma patología puede tener distinto tratamiento en distintas personas y hasta en una misma persona dependiendo del momento en que consulte.

La gran industria farmacéutica se ha apoyado en investigaciones parcializadas, patrocinios y sobre todo en los medios de comunicación con la intención de vender curas o remedios para lo que es y no es enfermedad. Muchas asociaciones de medicina avalan (a veces de buena fe, a veces no) los resultados de los trabajos investigativos para recomendar tratamientos y marcar pautas mundiales, hasta direccionar protocolos de atención. Muy pocas asociaciones se preocupan por conocer TODOS los resultados de esos trabajos, los positivos y los negativos y así sacar sus propias conclusiones. La industria solo publica los positivos, los que le favorecen comercialmente, pues hasta el momento no hay una ley que obligue a informar todos los resultados estudiados y la comercialización queda en manos de la ética/moral de la industria (que sabemos que no existe).
En televisión se anuncian drogas “naturales” para males tan complejos y serios como la depresión; para los cólicos menstruales se ha vuelto casi que obligatoria una pastilla (un analgésico o antiespasmódico común y corriente pero disfrazado con el sufijo fem para darle connotaciones ginecológicas); de los analgésicos en general mejor no hablemos. Las revistas no se quedan atrás, publicitan cirugías “para bajar de peso” como si se tratara de una invitación a una fiesta de la farándula nacional, ni que decir de las cirugías plásticas, tratamientos dermatológicos o estéticos dentales. Y llegamos a internet. Ahí no hay límites ni asomo de prohibiciones, hasta se enlazan las pautas comerciales con las formas de pago con tarjeta de crédito. La oferta se confunde con la información sobre las enfermedades, cualquiera cree saber y entender una patología con sólo leer un resumen en una de las millones de páginas con información médica, cualquiera cree saber recetar incluso medicamentos experimentales. Todo esto ha llevado a la desviación de la verdadera relación médico-paciente, existe presión indebida, sobre todo contra los nuevos profesionales, para direccionar los tratamientos que se creen de vanguardia o son populares.
Hay una constante a medicalizar pacientes sanos so pena de sortear demandas. Ya los pacientes eligen que tipo de cirugías de urgencia  deben realizarse y los médicos estamos cayendo en ese juego, en esa trampa que no deja ganadores ni vencidos, solo el desvanecimiento de una interacción que debe ser franca y sin secretos.
Todos estamos a tiempo para cambiar. ¿Siempre seguiremos a tiempo?.

jueves, 4 de julio de 2013

Religión y maricas. Religiones maricas.

A propósito de la reciente noticia de la organización cristiana gringa "Exodus International" dedicada a curar gays a punta de rezos, la cual cerró sus puertas pidiendo disculpas, básicamente porque sus rezos no sirvieron para un carajo y porque tuvieron una tasa de curación de sus clientes de 0.0%, les comparto mi historia sobre la vez que fui invitado a un panel de una iglesia cristiana en Montería y su intención de "curar" a un gay.

La invitación llegó por cuenta de una amiga que se encontraba haciendo estudios en el Centro Familiar Cristiano, me llamó comentando que iba a haber una "sesión académica" para tratar el tema de la homosexualidad y necesitaban el punto de vista de un médico. Habría un panel con una psicóloga, una trabajadora social, un médico (yo), y un pastor.
Llegué al sitio convenido a la hora acordada, un sábado luego de mi jornada quirúrgica. Eran como las 3 P.M., nos recibieron en un salón dispuesto para dar clases, me presenté con los otros panelistas y poco a poco fue llenándose el salón. Luego, alguien que hizo las veces de moderador nos presentó ante el auditorio y explicó que el motivo de nuestra presencia era responder la siguiente pregunta: ¿Podía curarse la homosexualidad?.
Intervinieron la psicóloga y la trabajadora social (que eran cristianas militantes) dejando en claro que la homosexualidad era una maldición y no necesariamente por culpa de quien la poseía sino porque tal vez un familiar cercano se debió haber portado muy mal hasta cuatro generaciones atrás, pero que la solución se encontraba en los caminos del Señor. Fue muy duro aguantar la risa al escuchar tanto despropósito junto. Cuando tuve la oportunidad de intervenir, desvirtué los argumentos de quienes me antecedieron explicando los innumerables ejemplos de la naturaleza homosexual y tratando de hacerles entender la diferencia entre una condición humana y una "maldición". También hice referencia a que no creía que la homosexualidad fuese una elección de vida, sino que hay un sustrato biológico fuerte que conlleva a la expresión de la homosexualidad en hombres y mujeres. Además, ¿Cómo curar algo que no es una enfermedad?
El auditorio fue muy participativo y tuve muchas preguntas a las cuales traté de responder en un lenguaje no muy científico.
Luego intervino el pastor, leyendo pasajes bíblicos y haciendo énfasis en el castigo divino y en la salvación a la manera cristiana. Al terminar el concepto de todo el panel y al mejor estilo de Laura en América, entró al salón un hombre con lentes oscuros, gorro y camisa manga larga desencajada. Era moreno y de contextura gruesa, medía 1,70 m. aproximadamente. La moderadora nos explicó que se trataba de un homosexual que llegó a la iglesia pidiendo ayuda, seguidamente el tipo empezó a contar su historia. Tenía casi 40 años, era el cuarto de 8 hermanos y el segundo varón, refirió que se crió en un hogar sano, católico y que nunca fue molestado o abusado sexualmente por nadie. Dijo además que al llegar a la pubertad empezó a notar en él un gusto exagerado y contínuo hacia el sexo masculino, lo atribulaba la idea de no ser el hombre que su familia creía que era, sin embargo, en silencio fantaseaba e ideaba su comportamiento homosexual. Dijo que su primera relación fue con un profesor de su bachillerato que le gustaba y que "hizo lo imposible hasta que se lo comió"; luego al alcanzar la mayoría de edad se fue de su casa y se dedicó a una especie de prostitución, refirió que era un mundo donde consumió todo tipo de drogas y alcohol y donde tuvo comportamiento bisexual de riesgo ya que contrajo varias enfermedades de transmisión sexual. Volvió a su hogar cansado de la vida desordenada y fue aceptado con su condición homosexual sin el más mínimo reproche o rechazo. Así vivió 20 años, pero de un tiempo para acá no estaba conforme con su sexualidad, pues había empezado a leer la biblia y sabía que ser marica no agradaba al dios del que hablan en ese libro. Buscó ayuda en varias iglesias católicas pero encontró rechazo en algunas y abusos en otras; esperaba encontrar soluciones en otros tipos de culto y por eso acudió a la iglesia donde se hallaba en esos momentos.
Todos los del panel pudimos hacerle preguntas a las cuales él respondió con una seguridad inquebrantable. Luego debíamos debía dar un diagnóstico y una solución, la mía (la menos popular) fue que asumiera que era gay, que no se sintiera mal por eso ni le prestara atención a las religiones y que fuera a hacerse exámenes de sífilis y VIH y que buscara tratamiento en su EPS en caso de ser necesario.
El pastor le dijo que se preparara porque lo iba a "curar" ahí y en ese momento.
Confieso que no me esperaba esa audacia del pastor, pero me causó mucha curiosidad y ansiedad ver un show de esos en vivo y en directo.
El pastor se puso al frente del tipo, sacó su biblia y le puso una mano en la cabeza. Empezó a leer con tono de reprimenda, le hablaba a varios "demonios" y con versículos leídos del libro intentaba expulsarlos del cuerpo de ese pobre hombre. Hasta ahí todo me pareció ridículo pero seguidamente el resto de los asistentes empezaron a murmurar rezos y reprimendas también, el ambiente se tornó tenso, los murmullos empezaron a volverse voces y las reprimendas gritos. Miraba al pobre gay que empezaba a tambalear. Pensé que ese pobre tipo atribulado por su situación y por no agradar al dios al cual sigue, debía estar pasándola muy mal. Un salón cerrado, con poca luz, un cuchicheo múltiple ya ensordecedor, un pastor maldiciendo para espantar a los "demonios" y saberse el centro de atracción de todo eso era la receta perfecta para una crisis de pánico o un shock emocional. Efectivamente, tipo no aguantó 10 minutos de ese ambiente tan malparido. Gritó algo ininteligible y quedó en brazos de alguien que ya esperaba su inminente caída de espaldas. El pastor con aire triunfalista declaró que el tipo estaba curado. El man empezó a reincorporarse lentamente y el auditorio a lanzar vivas y agradecimientos a dios. Luego salimos a un patio donde nos esperaban a todos con un refrigerio y algo de comer. Ya estaba oscureciendo. No pronuncié palabra alguna, me pareció que había presenciado un espectáculo terrorífico. Me despedí agradeciendo la invitación.
Eso fue hace más o menos un año.

Hoy, llegó el tipo a mi consulta, me reconoció, dijo quien era y con pena me contó que tenía SIDA diagnosticado hace pocas semanas, que siguió siendo homosexual, que decidió afrontar su sexualidad pero sin responsabilidad. Fue remitido para realizarle una biosia para confirmar lo que parece ser una tuberculosis ganglionar o sistémica. De aquel tipo fornido no había señales en este cuerpo de 45 kilos con muy mal pronóstico y de escasas semanas restantes de vida que estuve atendiendo.

Ignoro si todavía siguen "curando" gays en esa iglesia. Deberían buscar un rezo para todos (que los incluya a ellos también) que pueda curar la estupidez.

martes, 12 de marzo de 2013

La Payola/Varilla

Esta es una recopilación de tweets míos escritos relacionados con la payola/varilla.



Bueno, ya que los leo un tanto inquietos con el tema de la payola, escribamos un rato sobre la payola y la varilla en Montería y Córdoba..

Aquí es innegable, la payola permeó la programación de la radio en FM y AM, claro que muchas veces camuflada...

Es más, ahora se han inventado una especie de "pauta" para disimular aún más la payola...

Y cómo les decía, también voy a escribir sobre la varilla, porque en últimas, la varilla y la payola son primas hermanas...

La emisoras a veces se inventan "campañas" de donación o premios, que muchas veces quien en realidad los pone es un artista o un político...

So pena de no sonar o de no pasar noticias o notas de "X" funcionario, hay que colaborar, digo bajarse del bus, en dinero o en especie para esas "campañas"...

Tanto personas como empresas pueden ser los beneficiarios de la payola/varilla, todo depende de cómo se quiera encausar la "campaña"...

Recordemos que el único límite de la payola/varilla es el mismo dinero que se pague por ella, por tal motivo, ésta sólo rinde hasta que se acaba el dinero...

Dichas "campañas" son diversas: aguinaldos, útiles escolares, dinero en efectivo, etc, pero siempre están en constante innovación...

La varilla ha evolucionado, ya no es sólo darle palo a políticos y funcionarios, ahora se camufla con "pauta"...

Pero tanto la payola como la varilla tienen un objetivo en común, exponer un objetivo al público mediante direccionamiento y engaño...

Terminan emparentadas la payola y la varilla, porque a veces payolean para que "X" no suene. Al igual que la varilla busca el desprestigio mediático...

Desprestigio mediático que queda resuelto si el afectado por la varilla reacciona ($$$). De ahí que a los duchos en esto les llamen Varilleros...

Los Varilleros los hay de todos los calibres, su status es más alto dependiendo del medio y del puesto que ocupen...

La intención del varillero siempre será obtener beneficio personal (usualmente económico), el payolero igual...

Por lo general el payolero obtiene sus dividendos a espaldas de la empresa u organización para la que trabaja o donde tiene su espacio...

La payola no tiene preferencias por la calidad, simplemente si tiene dinero suena, independientemente si hay o no talento en quien suene...

Los oyentes quedan expuestos a lo que se programe, desconociendo si lo que oye es producto o no de la payola/varilla...

Cuando una canción o un artista payoleador se pega, termina siendo contraproducente para él mismo, pues para seguir sonando hay que seguir pagando...

Ahora, las emisoras que son autónomas en su contenido han visto oportunidad en algunos políticos, pues no sólo pasan música, también pasan "notas"...

Aquí se conjura aún más la familiaridad payola/varilla, pues las "notas" endiosan a quien paga por ellas, ni más faltaba...

La publicidad política pagada es una cosa y la payola/varilla es otra. La primera tiene topes, la segunda: ninguno...

Ahora bien, a la par de la tecnología y las nuevas formas de interacción social, hay payola con discutible existencia en otros sectores...

Las emisoras radiales y de internet se apoyan en herramientas como las redes sociales, twitter por ejemplo. Los efectos de la payola llegan allá...

Pero al llegar a la 2.0, la payola/varilla se vuelve evidente ante los ojos de muchos, y es decepcionante para algunos seguidores...

Con la payola/varilla también se puede atacar a la competencia, pues se puede pagar para aniquilar mediáticamente a un similar...

Los grandes artistas y políticos tienen rubros específicos destinados previamente a la payola/varilla. Los novatos no, pero buscan la forma...

Es que ningún artista o político nuevo puede decir que no ha encontrado obstáculos mediáticos, esto se debe a la payola/varilla...

Por muy talentoso y brillante que sea alguien, sus capacidades pasan a un segundo plano si no hay palanca económica para mostrarse...

Independientemente de la promoción mediática, la payola/varilla actúa y se presenta como solución, pero es un pajazo mental para quien la paga...

La sociedad expuesta al medio o espacio que vive de la payola/varilla es una sociedad víctima del engaño mediático sistemático...

Algunos países sancionan la actividad ya que es secreta y no genera retenciones ni impuestos ni ninguna carga tributariamente fiscalizable...

Será entonces que hay que legalizar la payola/varilla? O darle fuerte rechazo social? ...Se las dejo picando... Nos trinamos luego.